lunes, 16 de marzo de 2009

Éric Cantona: la leyenda francesa de la Premier:

Uno de los jugadores más legendarios de la Premier League es sin duda alguna el francés Eric Cantona. Nacido en París en 1966 pronto se trasladó con sus padres a Marsella. Sus primeros pasos futbolísticos se dieron en el equipo juvenil del Auxerre desde dónde dio el salto al primer equipo del club francés, debutando el 5 de noviembre de 1983 con victoria frente al Nantes, equipo al que el Auxerre le endosó una goleada (4-0).

Los inicios no fueron fáciles para Cantona. En 1984 tuvo que hacer un breve paréntesis a su trayectoria futbolística para hacer el servicio militar. Cuando volvió de la mili le cedieron a un club de la segunda división francesa y no volvió al Auxerre hasta 1986. Su genio futbolístico aun no había salido a la luz, pero lo que sí se conocía era su indisciplina. Ese carácter difícil del que tanto ha hecho gala Cantona le llevó en 1987 a propinar un puñetazo a su compañero de equipo Bruno Martini y a una suspensión de tres partidos sin jugar tras hacer una peligrosa entrada a un jugador del Nantes.

Pero Cantona no solo era conflictivo: también era un buen jugador. Por ello en 1988 fue seleccionado para participar en la selección sub 21 francesa que ganó la Eurocopa sub 21. Ese mismo año fue traspasado al Olimpique de Marsella por una cifra récord de 21 millones de francos. Allá dio nuevas muestras de indisciplina, una indisciplina que le trajo más de un disgusto: un mes sin jugar en el Olimpique por quitarse la camiseta tras ser sustituido y un mes sin jugar en la selección francesa tras insultar al seleccionados nacional en televisión.

Cantona fue de un lado a otro sin encontrar un club en el que echar raíces. En 1990 estuvo en el Girondins de Burdeos y en 1991 llegó a Montpellier donde de nuevo protagonizó una pelea con un compañero de equipo que le estuvo a punto de costar la expulsión del club: al final sólo fue sancionado por diez días. Pero ese mismo año fue repescado por el Olympique y tras ayudar al equipo marsellense a ganar la liga fue traspasado al Nantes porque Bernard Tapie, presidente del Olympique, no lo aguantaba más.

En 1992 llegó a Inglaterra dónde jugo media temporada en el Leeds United, hasta que finalmente fue fichado por el Manchester que pagó 1,2 millones de libras por su fichaje. Su debut oficial con el club inglés tuvo lugar el 26 de noviembre de 1992 en un partido contra el Benfica: pasó sin pena ni gloria... Pero inexplicablemente el rendimiento de un equipo lastrado por las lesiones de varias de sus figura empezó a mejorar tras la llegada de Cantona, que no solo marcó goles sino que incluso prestó muchas asistencias de gol. En 1993 fue nombrado jugador revelación del año por la Premier League. ¡Quien se lo iba a decir a un jugador que dos años antes estuvo a punto de retirarse!

Pero su indisciplina siguió en la Premier hasta el punto de batir récords: entre 1993 y 1994 fue expulsado cuatro veces, dos de ellas en dos partidos consecutivos. En la temporada 1994-95 el Manchester lo sancionó con cuatro partidos sin jugar tras dar una patada a un espectador que le había insultado previamente. Pero el Manchester se resentía cuando él no estaba y las expectativas del club cambiaban cuando el volvía. En 1996 fue nombrado capitán del club y el 11 de mayo de 1997 jugó su último partido contra el West Ham.

Cantona ha hecho más cosas a lo largo de su vida, pero eso es otra historia. El caso es que un jugador lastrado por su indisciplina, que no cuajó en su Francia natal y que estuvo al borde de una prematura retirada logró en tan solo cinco años dar un giro espectacular a su carrera, hasta convertirse en una leyenda de la Premier y dar al Manchester nada más ni nada menos que cuatro ligas consecutivas. Además en 1996 la FIFA lo premió con el Balón de Oro. ¡Quién lo iba a decir!

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